EUGENIO RODRIGUEZ La ex concejal de Ciudad Sostenible y Cooperación con el Sur, Marta Roldán, carga duramente contra la política urbanística del Ayuntamiento de Eivissa, tres días después de anunciar su marcha y renunciar a ocupar un lugar en la oposición. Pese a ello, Marta Roldán ya reclama al alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que ordene mediante un decreto la suspensión de la concesión de licencias (la moratoria acaba dentro de un mes) en todo el municipio para revisar el plan de ordenación y desclasificar suelo urbano, tal y como ella propuso en mayo de 2000.

«El PSOE no quiso entonces ni hablar de nuestra propuesta: rebajar el techo de población y desclasificar suelo urbano», recuerda ahora la concejal dimisionaria. Roldán apunta, asimismo, que la moratoria decretada por el Ayuntamiento durante un año ha sido «ridícula» puesto que, según le dijo hace apenas unas semanas el mismo concejal de Urbanismo, Joan Boned, antes «el Ayuntamiento ya había concedido licencias para construir al menos 2.000 plazas».

La coordinadora de Els Verds en Eivissa recrimina al Pacte que sea incapaz de presentar un proyecto propio de ciudad. «Nunca ha habido una reunión para ello y siguen gobernando con el mismo plan general del PP. Esta política no beneficia a los más necesitados [gente joven que tiene problemas para conseguir su primera vivienda, por ejemplo], pero sí nuestra propuesta que el PSOE no quiso ni discutir», reprocha Roldán a sus antiguos socios de gobierno.

La ex edil verde interpreta la política urbanística de Vila en base a cuatro acciones de gobierno de la concejalía que dirige Boned: «Primero, en enero de 2000 intentan aumentar el suelo urbanizable por encima de lo que marcan las DOT; en lugar de proteger ses Feixes hablan de construir allí un centro de salud y una estación de autobuses; tratan de aumentar el suelo urbanizable para construir el Centre de les Arts, y, por último, dan la licencia para construir el edificio de 13 plantas en Puig des Molins», enumera Roldán.

Otro asunto espinoso para Roldán es la construcción de aparcamientos disuasorios: «Esto, tal y como contempla la Agenda Local 21, empeora el tráfico en la ciudad. Para reducir la afluencia de vehículos, hay que evitar que la gente tenga expectativas para aparcar». Con ello, Roldán insistió en que el Pacte le ha puesto muchas trabas: «No he podido participar como el resto en las tareas de gobierno», lamenta.