Algunas constructoras se niegan a suspender temporalmente las obras
en zona turística, tal y como ordena el bando del Ayuntamiento de
Eivissa. Es el caso de los obreros que trabajaban en la reforma de
un bar en Platja d'en Bossa, próximo al hotel las Tres Calaveras,
que llegaron al extremo de arrancar un precinto para acabar la
obra, según informó a este periódico la Policía Local.
Los agentes precintaron las hormigoneras de la obra. Sin
embargo, la empresa hizo caso omiso a la orden de paralización
decretada por el Ayuntamiento, arrancó el precinto y siguió
trabajando hasta dejar lista la reforma. Por ello, La Policía Local
presentó ayer un informe ante alcaldía en el que denunciaba los
hechos.
Al parecer, según informó el Ayuntamiento, los trabajadores
podrían haber incurrido en un delito de desobediencia a la
autoridad, lo que puede llevar consigo un proceso judicial. Los
agentes también han precintado otra construcción cercana a este
local que también incumplía el bando.
Por su parte, la empresa que trabaja en la reforma del local del
Mc Donald's de la avenida Santa Eulària mantiene las obras
paralizadas. El Ayuntamiento ordenó el jueves la suspensión de las
obras y, en el caso de que siguieran adelante, se les pondría un
precinto en un plazo de 48 horas. Muchos vecinos de la zona
denunciaron ante el Consistorio las molestias (ruido sobre todo)
que provocaba la reforma de este local. El material que usaban los
obreros invadía las calles que rodean al establecimiento, lo que
también motivó el malestar del vecindario.
El Ayuntamiento también procedió de la misma manera el jueves
con el edificio Arabella, en el Paseo Marítimo. Asimismo, ayer
también ordenó la paralización de las obras de otro edificio
próximo al de Arabella por incumplir lo que decreta el bando.
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