La crisis en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Eivissa se
zanjó ayer con la dimisión de la concejala de Ciudad Sostenible y
Cooperación con el Sur, Marta Roldán. En los próximos días se sabrá
si ese cargo es ocupado por Joan Marí Muñoz Murenu, Joana Piña o
Elba Alonso, los siguientes candidatos del Pacte Progressista en la
lista electoral de 1999. Al contrario que Joan Buades, en el
Consell, y Estela Bence, en el Consistorio de Santa Eulària, sus
compañeros de Els Verds, Roldán ha renunciado a pasarse al grupo
mixto porque, según justificó, queda poco tiempo para las próximas
elecciones y porque ahora considera «más importante» trabajar para
su partido, haciendo campaña, que «ejercer de oposición al
Pacte».
La verde explicó que ha dimitido porque la situación en el
equipo de Gobierno había llegado a un «punto insostenible» en el
que «las diferencias políticas» eran cada vez más grandes y las
personas primaban sobre los partidos. No obstante, Roldán reconoció
que la polémica surgida por el proyecto de construcción de un
edificio de 13 alturas en es Puig des Molins ha acelerado el
proceso de ruptura con el equipo de Gobierno, que meditaba desde
hace tiempo y al que, según confesó, la incitaban sus compañeros de
partido: «Yo era la que más creía en el Pacte, y me he mantenido
ahí hasta el último momento, incluso cuando en Els Verds me decían
lo contrario». Lo ocurrido con es Puig des Molins le ha hecho
«reflexionar» y tomar esa decisión, dijo.
Roldán considera que no contaba con el respaldo de los demás
ediles, situación que ilustró con el siguiente ejemplo: «Cuando
estuve de alcaldesa accidental precinté un local que habían
denunciado los vecinos. Lo primero que hizo el alcalde, Xico
Tarrés, cuando asumió de nuevo al alcaldía fue desprecintarlo,
aunque los propietarios no habían acometido las mejoras. No
confiaban en mi gestión».
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