J. M. R. El Consell ha iniciado con carácter de urgencia la campaña de control de los mosquitos hematófagos, los anofeles, de los que durante los últimos días se ha producido una explosión demográfica como consecuencia de las lluvias registradas y de la llegada del fuerte calor. A la campaña se destinan 87.512 euros. Las zonas de actuación serán 13 hectáreas de ses Salines de Eivissa y Formentera y de Platja den Bossa; 10 hectáreas de ses Feixes de Talamanca; las depuradoras de Santa Eulària y Cala Llonga y la balsa de sa Rota (en Santa Eulària).

El producto que se aplicará será un larvicida, el Bacillus thuringiensis israelensis. Dos personas, mediante dos máquinas espolvoreadoras, lo esparcirán por las zonas húmedas pitiusas. Las larvas de los mosquitos ingieren esa bacteria, cuyas esporas se multiplican rápidamente en su aparato digestivo hasta destruirlo y, consigo, al insecto.

En la campaña no se intenta acabar con toda la población, sino sólo estabilizar su número, de manera que no constituya una molestia para las personas ni un peligro para la ganadería, ya que pueden transmitir enfermedades como la fiebre catarral ovina, la lengua azul y la fiebre aftosa. Cada mosquito puede contener hasta un millón de partículas infecciosas, por lo que una sola picadura de insecto infectado puede causar la enfermedad en el ganado ovino. Previo al tratamiento de eliminación de las larvas se hará uno «adulticida», «con el objeto de tener un mínimo de población adulta que realice la puesta». De esa manera se mantendrá en un nivel mínimo las poblaciones larvarias y de adultos que pudieran sobrevivir a los tratamientos larvicidas.

Eso sí, para este tratamiento se requieren productos más tóxicos. En este caso se utiliza la técnica del espolvoreo y se utiliza cipermetrín. La campaña para acabar con buena parte de los mosquitos adultos se efectuará mediante seis pasadas con tractor en 10 hectáreas de ses Feixes de Talamanca, y en dos aplicaciones con tractor y cañón pulverizador en seis hectáreas de ses Salines y de Platja den Bossa. Y en ses Salines de Formentera se realizará con cañones manuales de espolvoreo en tres hectáreas.