Las danzas judías animadas por el ligero trote de varios caballeros, abrieron paso al público hacia el Medievo. Foto: KIKE TABERNER
11/05/02 0:00
Dalt Vila volvió a vestirse de largo por tercer año consecutivo para conmemorar su nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las principales calles de la zona amurallada volvieron a convertirse y caracterizarse como siglos atrás para atraer a los primeros cientos de personas. Artesanía, gastronomía y espectáculo se unieron y dieron la mano para obligar a todos los visitantes de la 'Eivissa Medieval' a inmiscuirse en una de las épocas históricas de mayor riqueza cultural y anecdótica.
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