El edificio conocido como la casa de la patata, situado en pleno
centro de Sant Francesc, que amenazaba ruina, y la estructura
vecina que antaño fuera el viejo cine de titularidad eclesiástica,
serán demolidos en breve para dar paso a una nueva construcción de
viviendas y locales comerciales. El concejal de Urbanismo del
Ayuntamiento de Formentera, José Ramón Mateos, ha confirmado a este
periódico que el propietario de ambos edificios ha obtenido todas
las licencias pertinentes para demoler y posteriormente construir
en dicho solar.
La casa de la patata fue apuntalada hace casi dos años ante el
peligro que suponía para la seguridad pública a consecuencia del
deterioro del inmueble; en su día el Consistorio ordenó al
propietario, tras inspección ocular y pruebas de solidez de la
estructura, que procediera con urgencia al apuntalamiento y
acordonamiento del edificio «antes de que ocurriera una desgracia»,
indicó ayer José Ramón Mateos.
Desde ese momento y una vez comprobado que la rehabilitación del
mismo era inviable económicamente, ya que se habían producido
grietas y presentaba una serie de deficiencias estructurales de
consideración, el propietario informó al Consistorio su intención
de demoler el edificio y construir uno nuevo. Tras haber adaptado
el proyecto a una serie de cuestiones indicadas por el Ayuntamiento
y haber pasado por la Comisión de Patrimonio y por el comité
redactor del PEP (Pla Especial de Protecciò), ya que se encuentra
dentro de los 250 metros de radio de protección de las iglesias,
«dicho proyecto cuenta con todos los beneplácitos para ser llevado
adelante, y cuenta con licencia de construcción acorde con el
proyecto presentado una vez reformado y finalmente aprobado por las
instancias pertinentes» ha asegurado el concejal de urbanismo.
El primer y más urgente paso es el de la demolición de las
actuales estructuras para la cual «habrán de tomarse una serie de
medidas de seguridad "ha indicado José Ramón Mateos-, y es voluntad
tanto del propietario como del Ayuntamiento que la demolición se
lleve a cabo antes del verano». En este sentido las ordenanzas
municipales obligan a parar las obras a partir del 1 de mayo, «pero
existe la posibilidad "ha informado el concejal Mateos-,
contemplada en las propias ordenanzas de que en casos de fuerza
mayor y éste lo es, el Ayuntamiento puede prorrogar el permiso de
demolición durante unos días pasada la fecha del 1 de mayo». La
intención del Consistorio es que una vez iniciados los trabajos
éstos no se detengan «ya que entonces sería peor y la imagen que
daría la estructura a medio demoler, sería lamentable» ha remarcado
el concejal de urbanismo.
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