A falta de 24 horas para votar la cuestión de confianza del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, el presidente del Govern, Francesc Antich, descarta que la crisis pitiusa pueda salpicar al Pacte de Progrés. «No hay ningún problema con Els Verds y la crisis del Consell Insular de las Pitiüses no llegará al Parlament ni al Govern», declaró Antich tras la decisión de Pilar Costa de presentar una cuestión de confianza para poder sacar adelante sus presupuestos. Antich no cree que la consellera verde, Margalida Rosselló, pueda enturbiar la estabilidad en el Govern. El presidente del Ejecutivo también ve improbable que Buades pueda apoyar una moción de censura del PP en el Consell pitiuso.

«Sinceramente, no veo a Buades dando su voto al PP para que gobierne en el Consell», dijo Antich, quien considera acertada la decisión de Pilar Costa. «La presidenta del Consell ha intentado llegar a acuerdos con Buades para aprobar los presupuestos y no ha sido posible; la única salida posible era la cuestión de confianza», subrayó el president. No obstante, Antich espera que «aquellos que estaban en el Pacte y que se alejaron de él vuelvan a acercarse», en clara alusión a Buades.

Por su parte, la visión del coordinador general de EU en Baleares, Eberhard Grosske, fue distinta, al pedir a Buades que «medite muy bien el sentido de su voto», porque un pronunciamiento contrario a la gestión de Costa sería algo negativo para el Pacte de Progrés de Eivissa y Formentera. Es más, «si nos cargamos» la alianza de los partidos de centro izquierda de las Pitiusas, esto supondrá «facilitar el retorno del PP, comprometiendo además de manera seria al propio Pacte de Progrés de las Balears». En este sentido, Grosske se refirió a la necesidad de apoyar y respaldar la gestión política de los partidos progresistas en cada una de las islas y a nivel autonómico.

El portavoz institucional del PSM y vicepresidente del Govern, Pere Sampol, aludió a la «necesidad de consolidar» el proyecto político del Pacte pitiuso, actuando como alternativa «a la derecha, que lleva gobernando en las Pitiüses desde los tiempos de los talaiots hace 3.000 años». El pacto «no se puede poner en peligro por un diputado», defendió Sampol, quien reconoció que «ha faltado capacidad de diálogo», pero apeló a la «generosidad» de los partidos políticos del Pacte Progresista de las Pitiüses.

Por otro lado, el coordinador de Esquerra Unida en las Pitiüses, Juan Manuel Rubio, acusó al conseller del Grupo Mixto Joan Buades de pretender «humillar» a los miembros del Pacte con su negativa a apoyar los presupuestos. Rubió recordó que Buades fue expulsado del equipo de gobierno. El coordinador de EU aseguró que la «voluntad de venganza» de Buades le ha llevado a hacer, «de manera habitual», acuerdos «indignos» con el grupo popular. Unos acuerdos que, según apunto, «han provocado que el equipo de gobierno no haya aprobado aún los presupuestos para el año 2002» y «han impedido que se lleven adelante las inversiones previstas en él».