Los aviones se depositaron en una caja de grandes dimensiones que hoy viaja al Ministerio. Foto: K. TABERNER

8.000 alumnos pitiusos de 3 a 16 años han descubierto que tienen algo en común. Un patio del Colegio Can Misses se convirtió ayer en una improvisada pista de aterrizaje para unos 10.000 aviones de papel con los que los escolares han querido reclamar al Ministerio de Fomento más conexiones aéreas y con más descuentos.

El profesor de Plástica del centro, Pedro María Asensio, ha sido el encargado de dirigir la confección de la colorista caja de grandes dimensiones en la que hoy partirán hacia Madrid las aeronaves. Algunas de ellas eran mucho más que un sencillo avión de papel. Auténticos prodigios de la aeronáutica realizados con técnicas de papiroflexia, unos; con ruedas y motores, otros; y forrados de papel de aluminio, los más futuristas.

Isabel Delgado y Jesús García, miembros de la FAPA, organizaron ayer el trabajo de rellenar la caja con los aviones. Abderramán, un alumno de Can Misses que ha enseñado a muchos compañeros a confeccionar aeronaves de papel, fue el encargado de encaramarse en lo alto de una escalera desde donde introducir los aviones en la caja. Sus compañeros, desde el suelo, le ayudaron a realizar la tarea lanzado y encestando los más aerodinámicos.

Si Àlvarez-Cascos se anima a leer los mensajes escritos por los autores en el «fuselaje» de los aparatos se encontrará frases tan explícitas como «Redbull no te da alas», «500 euros a Mongolia», «El señor ministro de Transporte sabe volar, nosotros no» o «Las compresas tienen alas, pero no vuelan».