Más que maga Miriam López se siente ilusionista porque, según matiza, es un término «más divertido y colorido que el de mago». Con 22 primaveras, esta joven ibicenca procedente de una familia de artistas, ha heredado el arte de su abuelo, Pepe Torres, más conocido como Onofre, un pionero de estas artes en la isla. Miriam, que todavía no ha encontrado un nombre artístico, empezó ayudando a su abuelo a los 16 años, pero desde hace dos actúa como maga con su propio show de treinta trucos. «Empecé de ayudante de mi abuelo sustituyendo a mi abuela y, poco a poco, me fue gustando la magia hasta que le pedí a mi abuelo que me enseñara todo lo que sabía porque en Eivissa no hay ni tiendas ni escuelas de magia», resume.

Empezó con juegos y materiales sencillos como cartas y monedas hasta llegar a dominar la guillotina y el fuego, y a hacer desapariciones de conejos. «No es difícil. Es cuestión de práctica y de que te guste. Para valer tiene que gustarte y has de practicar», explica Miriam al hablar de su afición. «También hay que tener un poco de picardía y de actor», añade esta ilusionista que practica la magia mímica. «No engaño al público, simplemente lo ilusiono y siento, que se divierte», defiende la joven artista al hablar sobre los espectáculos de magia en general.

Especializada en magia general de escenario, aquella que utiliza instalaciones de gran tamaño, animales, juegos de fuego y la interacción del público, «porque es más espectacular», Miriam participará a partir de mañana y hasta el domingo en la décima Trobada Internacional de Mags que se celebra en la localidad valenciana de Almussafes.

«En el congreso habrá muchas mujeres, pero yo seré la única maga que actúe», adelantó la ilusionista, que considera que las técnicas y trucos no hacen distinciones de sexo: «El mago se piensa que al ser hombre lo puede hacer mejor, pero en realidad la magia viene de las manos de una persona sea hombre o mujer». «En realidad yo actúo con traje de corte masculino precisamente por eso, para dar seriedad a mi espectáculo», explica esta joven acostumbrada a que el público se sorprenda y vea como algo novedosas sus actuaciones en las que todo es mentira, excepto su arte de ilusionar.