La Dirección General de Pesca del Govern actuará de mediador entre
las empresas que se dedican a la pesca del atún en aguas de
Formentera y la Cofradía de Pescadores de Formentera para reeditar
el pacto de caballeros que se firmó a cabo antes de la campaña
atunera de 2001. Sebastià Covas, director general de Pesca de la
Conselleria d'Agricultura i Pesca intervendrá en una reunión,
prevista para mediados de abril en Madrid, para velar por los
intereses de los pescadores de Formentera. A esta reunión con fecha
a confirmar aunque desde la conselleria se ha indicado que será a
mediados del próximo mes, acudirán los representantes de las
empresas que desplazan su flota atunera al sur de Balears, de la
Cofradía de Pescadores de Formentera, técnicos y dirigentes de la
conselleria, así como el jefe del Servicio del Caladero
Mediterráneo, Alfonso Gómez.
Desde el Govern se asegura que «pese a no tener competencias en
la materia», siempre estarán «al lado» de los pescadores de
Formentera y se actuará en Madrid en defensa de sus intereses.
Fuentes de la Conselleria d'Agricultura i Pesca han recordado que
el pacto de caballeros suscrito en abril de 2001 «dio buenos
resultados, en el sentido de que las empresas atuneras pagaron los
destrozos ocasionados en las redes y artes artesanales de los
pescadores». Los daños se cifraron en más de tres millones y medio
de pesetas, entre daños y lucro cesante, de los que las empresas
atuneras abonaron los tres millones que se pudo demostrar eran
culpables de haber ocasionado, quedando una cantidad algo superior
al medio millón de pesetas que no fue abonada por ninguna empresa
atunera por haber sido imposible determinar qué embarcación había
causado los desperfectos.
Los destrozos en redes y artes de los pescadores de Formentera
los ocasionan habitualmente los remolcadores que arrastran las
jaulas en las que se mantienen en constante movimiento los atunes
capturados antes de su envío a las granjas de engorde situadas en
la costa murciana o andaluza. Pese a que en el acuerdo se
especificaba claramente que los remolcadores no podían acceder a
zonas cercanas a Formentera con fondos inferiores a los 200 metros,
que es donde calan sus redes los pescadores de la Pitiüsa menor, el
pasado año fueron vistos en las inmediaciones de Formentera
diversos remolcadores, tanto en la zona de Migjorn como en las
cercanías del faro de la Mola, lugares en que la profundidad no
llega ni tan siquiera a los 100 metros.
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