La propuesta de urgencia sobre el agua y el planeamiento urbanístico hicieron subir de tono de unos y otros. Foto: MARGA FERRER

Con el pleno a punto de terminar, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, presentó los resultados de un estudio nada halagüeño. Un informe de la empresa suministradora de agua Sogesur en el que observan que, a pesar de las lluvias de noviembre, en la actualidad los pozos que alimentan al núcleo urbano (un total de seis) están 10 metros por debajo del nivel al que estaban en la misma época de 2001.

Con estos datos en mano, Sogesur considera que el total del volumen disponible diario se situará en torno a los 4.500 m3 diarios. Teniendo en cuenta que el volumen punta que se extrajo en un día el año pasado en el municipio alcanzó precisamente los 4.500 m3, Sogesur no duda en afirmar que con los pozos «con los que cuenta el servicio municipal no se podrá abastecer a la población al más mínimo aumento de demanda de agua».

Estos datos sirvieron al alcalde Vicent Guasch para presentar en el pleno una propuesta de acuerdo por el sistema de urgencia que fue aprobada con los votos favorables del PP en la que dictaminan dirigirse al Govern balear para que, de forma clara y concreta, manifieste y justifique públicamente sus motivos para oponerse a la construcción de una desaladora en Santa Eulària.

A pesar de que el alcalde no se mostró en contra de la interconexión de las desaladoras de Eivissa y Sant Antoni y de que Santa Eulària reciba los excedentes de producción, consideró que este sistema no garantiza el suministro a largo plazo. En la propuesta también han acordado dirigirse al Govern para que manifieste qué planes tiene para resolver las futuras restricciones y problemas de abastecimiento a la población del municipio.