En Can Misses han hecho más de 2.000 aeroplanos para protestar por la programación de las compañías aéreas. Foto: M.F.

Más de 2.000 aviones de papel vuelan estos días por los pasillos del Colegio Público Can Misses. Sus autores no son expertos en aeronáutica sino los alumnos del centro, perfectamente conscientes de los problemas que provoca en sus familias la falta de vuelos y la carestía de los billetes. Abderramán, que ha instruido a los más pequeños en el complicado arte de la papiroflexia voladora, se quejaba ayer y con argumentos de peso. «Mi padre "confesaba" ha tenido que pagar 600 euros para ir a Marruecos sólo cinco días». Su compañera, Luna, no tenía más que quejas al respecto: «Tengo a mi abuela enferma en Francia y no veas los problemas para visitarla».

Luna ha sido la autora del más grande de los carteles con un texto que versionea la canción de Loquillo, con ligeros cambios: «Yo para ser feliz quiero un avión, pero los de ahora cuestan un millón [...]». Los chavales han escrito en los aviones los nombres de los familiares y amigos que les gustaría ver y los lugares a donde querrían ir si fuese más sencillo, cómodo y barato viajar. A pesar de la corta edad de los chicos no faltó el sarcasmo y la ironía: «Gracias por viajar en la compañía 'Nosotros ganamos-vosotros perdéis'», aparece escrito en una de las aeronaves tipo «Concorde».

Para animar a la gente a asistir a la manifestación, un mensaje claro: «Que venga todo el mundo, que si no nos vamos a quedar cada vez más aislados», decía Luna. «Esto es para todos, tiene que participar todo el mundo», añadía Alejandro. Alejandro, Luna, Víctor, Rebecca, Cristina, Àngela, Diana y Rosa son sólo algunas de las firmas de las rimas que ilustraban los carteles de queja por la falta de vuelos. Ellos, junto con sus padres, estarán en la manifestación del viernes, que partirá a las 19'00 horas de Vara de Rey. Muchos de estos padres, a la hora de ir a buscar a sus hijos al colegio no han dudado en hacer sus propios aviones.

«Están muy concienciados», señalaba ayer la directora del centro, Rosa Velasco. Ella junto con la tutora, Neus Ripoll, e Isabel Delgado, presidenta de la FAPA, son las principales promotoras de la iniciativa. Precisamente la FAPA será la encargada de enviar los aviones junto con las firmas que obtenga a la Dirección Insular de la Administración del Estado como queja por la no declaración de interés público de los vuelos.