Joan Mateu Horrach y Ramon Mayol en el transcurso de la rueda de prensa de ayer. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

MARCO TORRES La depuradora de Sant Antoni será objeto de una importante transformación en los próximos meses con la que se pretende acabar con los problemas que presenta y, además, se espera adecuar al crecimiento de las necesidades en la zona. El Institut Balear de Sanejament (Ibasan) está ultimando el proyecto, con un presupuesto que superará los 3.000.000 de euros, y que estará listo para su tramitación en el mes de abril. La desodorización en el proceso de depuración; la mejora de la fase de tratamiento de agua, con obra civil incluida; la solución definitiva a la recogida de fangos, y la reforma de la instalación eléctrica son los apartados sobre los que actúa el proyecto, que fue presentado ayer por el gerente del Ibasan, Joan Mateu Horrach.

«El proyecto ha sido redactado con asistencia técnica externa y hay algunos puntos que no nos convencen, con lo que ahora nuestros servicios técnicos lo están revisando y mejorando. Está previsto que el proyecto se apruebe en el consejo de administración de abril», explicó Horrach. El gerente de Ibasan explicó que las actuaciones en la depuradora de Sant Antoni se llevarán a cabo en dos fases distintas.

«En la primera se actuará sobre la desodorización, la mejora de la instalación eléctrica y la recogida de fangos, con los que hay algunos problemas actualmente. En la segunda fase se acometerá la mejora del sistema de tratamiento, que comporta obra civil, por lo que su inicio llevará más tiempo. Respecto a la desodorización, esperamos que se comience a trabajar en junio o julio, con lo que para agosto el problema de los olores podría mejorar», aclaró.

Aprovechando las obras que se realizarán en la planta, está previsto incluir la incorporación del sistema de tratamiento terciario de las aguas, con lo que se podrá reutilizar el agua para el riego. «Será posible usar el agua para uso agrícola, aunque su reutilización no es cosa del Ibasan; ahí deben ser los usuarios los que se interesen y lo soliciten», explicó Horrach. En breve se implementará en la estación de bombeo de Punta Xinxó, un sistema programada de dosificación de las sales férricas que se usan ya para paliar el olor en el agua que llega a la planta.