En el taller de restauración los alumnos realizan con ayuda de Pepa López todo el proceso de tratamiento. Foto: KIKE TABERNER

Conservar y saber cómo cuidar y tratar los muebles y objetos antiguos ha sido una necesidad que hemos tenido desde siempre todos. El interés por disponer de muebles de nuestros antepasados perfectos ha estado presente en nuestras mentes», indicaba ayer Pepa López, la monitora de la tercera edición del taller de restauración de muebles que organiza en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Antoni.

Y este es el cometido que realizan los alrededor de treinta alumnos que forman parte de los dos turnos de este taller. «Este año, aunque la mayoría de los participantes son nuevos, han mostrado un gran interés y mucho antes de comenzar el curso la mayoría tenía muy claro el mueble que quería recuperar, por lo que ya comenzó a tratar el material con distintos productos y a someterlo a cuarentena en el caso de carcomas», explicó Pepa.

Las instalaciones de Sa Cooperativa acogen por primera vez esta actividad que se desarrolla desde enero y que finalizará a mediados de abril. Los alumnos con edades entre los 25 y 50 años, se muestran contentos y sorprendidos con las distintas técnicas impartidas por Pepa López. En los dos primeros meses de faena los participantes ya han recuperado baúles, sillas, sofás, alguna cómoda, unas planchas de hierro... Mercedes, después de poner al día un baúl antiguo de su familia, lijaba ayer una maltrecha silla para darle un cambio de imagen que el público podrá ver en una exposición que se realizará al final del curso, en abril.

La maña de unas manos habilidosas
Este taller ha demostrado a sus participantes que la recuperación de muebles de gran valor sentimental es mucho más sencilla de lo que parece. «Nos divertimos mucho aquí», comentaba Carmen, una de las alumnas. «Yo me arrepiento de no haber venido antes», explicaba Pepe, otro de los asistentes de este taller de manitas.