G.R./L.F.A. El viento fue el protagonista absoluto de la jornada de ayer, al menos desde el punto de vista meteorológico. Las rachas más fuertes se registraron a las 07'40 horas de la mañana y alcanzaron los 85 kilómetros por hora, según informó ayer el responsable del Centro Meteorológico de Balears, Agustí Jansà. Varios árboles padecieron ayer los azotes de las ráfagas, que llegaron a derribar alguno como es el caso de un pino en la calle Federico García Lorca que cayó, derribando un tendido eléctrico o el de otro pino en Benimussa. En Sant Antoni, el viento jugó una mala pasada a un barco que perdió el amarre y fue arrastrado por la corriente hasta la playa, donde quedó varado. El barco Virgen de las Nieves de Salvamento Marítimo reflotó la embarcación, sin que se produjesen daños materiales.

El vendaval que azotó ayer a las Pitiüses causó también problemas en el tráfico marítimo entre Formentera y Eivissa. El transporte de mercancías fue el más perjudicado. A primera hora de la mañana de ayer el ferry Arlequín Rojo partió de Eivissa con dirección a Formentera, pero, al llegar a la Savina, quedó amarrado hasta las dos del mediodía, momento en el que una ligera mejora del tiempo permitió su regreso. Desde ese momento el transporte de mercancías quedó suspendido a la espera de que hoy el tiempo permita reanudar el servicio.

Por lo que respecta al tráfico de pasajeros, los rápidos de Trasmapi y Baleària realizaron cada uno de ellos los dos primeros trayectos de la mañana pero el Rápido de Menorca y el Formentera Jet quedaron amarrados en Eivissa y Formentera hasta las cuatro y media de la tarde suprimiendo, por tanto, dos viajes cada embarcación de alta velocidad. A esa hora reemprendían sus horarios habituales. El rápido Aigües de Formentera de la compañía formenterense Mediterrànea-Pitiusa realizó los cuatro trayectos que conforman su horario habitual con la única salvedad de que el regreso por la tarde, previsto a las siete y media, se adelantó para cruzar es Freus con buena luz y visibilidad.

La previsión indicaba que el viento soplaría de NO con fuerza 6-7 en la escala de Beaufort, pero alrededor de las ocho de la mañana el mestral soplaba con puntas de hasta fuerza nueve, es decir con ráfagas de hasta 85 km/h. La mar que por la noche era de llebeig (SO), de madrugada fue rolando a poniente hasta instalarse en el mestral que sopló hasta primeras horas de la tarde en que apuntaba un nuevo cambio para quedar en tramuntana (N), un viento que no dificulta en exceso la navegación en es Freus.