Diez grupos finalizan las pruebas de la VII gincana de Sant Antoni

Después de recibir el beneplácito del jurado para comenzar la primera prueba, los diez participantes que cumplieron con los requisitos normativos emprendieron una marcha frenética que sólo vio una pausa a las cuatro de la tarde con el almuerzo preparado por la organización en el Gala Night. Hasta ese momento los equipos tuvieron que hacerse con un pez y un pollo vivos, una alpaca de paja, dar una vuelta en bicicleta al velódromo del municipio ataviados con sotana, casco y manoplas, conseguir una rueda de carro... Retos que los participantes superaron con más o menos celeridad, en función de la velocidad para acometerías una vez descifradas las pistas previas.

«Este año ha sido muy difícil por que las pistas que nos daban eran bastante complejas; por ejemplo, para dar con la puerta del cielo de Sant Mateu lo acometerlas que averiguar a partir de un dibujo en el que aparecía un ojo dentro de un triángulo -Dios-», comentaba Fran, uno de los cuatro componentes del equipo «Dislas», que escogió para decorar el coche piezas de puzle de color amarillo y negro. Otro de los temas elegidos por los grupos para participar en la gincana fueron los hippies, Barrio Sésamo, Mojinos Escocíos... Decoraciones que se despegaron de los vehículos conforme el día avanzó.

El auditorio del municipio acogió por la tarde la última prueba de la gincana y la posterior entrega de galardones. Allí los cuarenta participantes demostraron sus dotes vocales al improvisar varios temas con playback. Algo similar a «Operación Triunfo» pero sin academia, todo en un día. El resultado final ofreció sorpresas a los participantes.