El patio del colegio Nuestra Señora de la Consolación lució ayer un aspecto distinto al que sus alumnos ven el resto del curso escolar. En el transcurso del mismo se colocaron las fotos, calificaciones, actas fundacionales, estatutos, normas de régimen interno y demás hitos que han marcado sus 90 años. La actual directora del centro, Antonia Tur, fue la encargada de inaugurar por la tarde la muestra retrospectiva titulada «90 anys en el món de l'educació a Eivissa».

Sor Filomena Peret y Farré, la primera directora de la Consolación, aparecía reflejada en el primer tramo de la exposición que recogía los hitos históricos de las décadas de 1910 y 1920. «Su nombre era Julia pero al hacer los votos siempre ha sido tradición ponerse el nombre de un compromiso o algo similar. En este caso ella eligió llamarse sor Filomena». La actual directora desde el curso 1998-99 recordaba de esta manera a la primera que ocupó su cargo, en 1911. Mientras tanto, por los pasillos del patio de la Consolación confluían a la misma vez diferentes generaciones que han pasado por las aulas de la institución.

Juana María Ramon ingresó en el colegio en la década de los 40, después de que su padre y una hermana de éste pasaran por sus aulas. Actualmente es profesora, como su hija, que también estudió en la Consolación: «El primero en llegar a la Consolación fue mi padre cuando el centro estaba aún en Sa Carrossa, en Dalt Vila, donde por entonces era muy difícil el acceso. Luego estudió aquí una de mis tías, luego mi marido y después yo. Terminé siendo profesora, como mi hija Araceli, que es la encargada del área de psicología».

Precisamente fue con ésta última con la que acudió ayer al colegio y con la que miró con nostalgia las fotos de las promociones que han ido pasando por el centro. Hoy por hoy tiene a dos nietos «y los que vengan estudiarán también aquí», aclara Juana María Ramon. Su intención descansa en que su familia venidera asimile los mismos valores que ella y sus generaciones anteriores aprendieron en la Consolación: «Traje a mi hija y ella a sus hijos por la calidad de la enseñanza y los valores que se inculcan, unas normas básicas de comportamiento en sociedad».