Desde ayer por la tarde Sa Punta des Molí está más ceñida a las costumbres de la isla con la inauguración de un trull cedido por los Rousell de la finca de Can Llobet de Baix. Una jornada en la que se presentó también la guía del enclave que recorre sus orígenes y cómo ha recuperado en los últimos años los elementos de la tradición pitiusa -molino, noria, casa como sala de exposiciones y ahora el trull-. Las cuatro collas del municipio -Can Bonet, Sant Rafel, Brisa de Portmany y Sant Mateu d'Aubarca- y el grupo de Jazztylus amenizaron un acto muy concurrido.

Bajo un ambiente cordial y de expectación se desarrolló ayer por la tarde el acto de inauguración del trull y de presentación de la guía de Sa Punta des Molí. Antes de que comenzara de manera oficial la cita los curiosos comenzaron a contemplar el instrumento que allí les congregó, ubicado en una sala contigua a la de exposiciones.

Precisamente la muestra inaugurada en este lugar el pasado mes de noviembre, «Los bosques marinos de posidonia», se clausuraba ayer, y los asistentes que no la habían visitado aprovecharon para echar un vistazo. De fondo comenzó a sonar la música de jazz del grupo invitado. Así fue durante un cuarto de hora hasta que a las cinco menos cuarto las notas folklóricas de las cuatro collas del municipio hicieron acto de presencia. Varias exhibiciones de ball pagès fueron la introducción a las palabras de las autoridades presentes.

El primero en tomar la palabra fue Miquel Costa, concejal de Cultura, quien dijo que con el trull se recupera el patrimonio en beneficio de todos: «Desde Sa Punta des Molí hemos recuperado el patrimonio en beneficio de los ciudadanos del municipio, de las Pitiüses y de los visitantes de fuera». El conseller Josep Marí Ribas le cogió el testigo insistió en la importancia de este espacio para recuperar las labores tradicionales «en una sociedad que ha cambiado, menos rudimentaria, y caracterizada por los servicios y el turismo; para que no se olvide nadie de donde venimos».

El alcalde Antoni Marí Tur se mostró muy satisfecho por «estas pequeñas cosas pero grandes para el futuro». Todos agradecieron al arquitecto municipal Fernando Irurre y al artesano Vicent Marí Palermet su labor restauradora y a los responsables de la guía su esfuerzo.