La legalidad de la ecotasa ha desatado múltiples reacciones de los
implicados, y ayer, el president del Govern balear, Francesc
Antich, se expresó claro y rotundo: «Llevaremos a cabo los
mecanismos pertinentes para aplicar el impuesto, importantísimo
para nuestros objetivos, y no daremos marcha atrás». Antich,
lamentó la «convulsión y crispación» que ambienta el si del sector
hotelero, al que también criticó sus cambios de actitud. En este
sentido, en su visita al parque de Mondragó de Santanyí, junto a la
consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, el president
apuntó: «No veo esta misma postura crítica, que llama a la
rebelión, en otros asuntos tan importantes como por ejemplo el
régimen especial de la comunidad; la aplicación de las tasas
portuarias; o la subida del impuesto de la gasolina auspiciada por
el Gobierno».
«No hablo de sospechas, sino de realidades», prosiguió Antich,
que añadió: «todos los ciudadanos tienen derecho a defender sus
derechos, por lo que respetaré a los hoteleros si optan por
proceder a una batalla judicial». Por otra parte, la intención del
Govern de aplicar la ecotasa antes de un mes y medio ha provocado
la alarma en todos los grupos turísticos alemanes y británicos. El
president, aclaró que nadie del Govern «había dicho a nadie que
hasta el mes de noviembre no se aplicaría el impuesto; sino que una
vez resuelto el caso, el Govern actuaría. Que no se quejen,
conocían perfectamente nuestras pretensiones». Muchas patronales
han expresado su rechazo a esta medida y vaticinan que el popular
«ecoimpuesto» tendrá un impacto negativo en la venta de reservas
hacia Balears.
Al respecto, Antich subrayó que «es necesario mantener una buena
industria turística. Pero no se trata de aumentar siempre el número
de visitantes, sino de controlar de una forma más óptima la
afluencia y conseguir beneficios para la comunidad». Paralelamente,
Rosselló destacó la principal finalidad de la ecotasa: recaudar
fondos para destinarlos a la recuperación de espacios
naturales.
Por otra parte, Antich también se refirió a las declaraciones de
la presidenta del Consell de Menorca, la también socialista Joana
Barceló. La vía libre que dispone la ecotasa tiene que ir
acompañada de un entendimiento entre los afectados, y en alusión a
las declaraciones de socialista Joana Barceló, en las que se mostró
partidaria de pactar con el sector turístico y de retrasar la
aplicación del impuesto, Francesc Antich se pronunció de la
siguiente forma: «Es el momento de hablar, estar abiertos al
diálogo, con todo el sector turístico».
El Ejecutivo balear aún «no ha fet cap convidada», pero en
opinión del president: «Tenemos muy en cuenta la importancia de
llegar a un entendimiento entre las partes». Francesc Antich,
reiteró que la convulsión y la crispación de los hoteleros harán
que el Govern no tiri endavant la ecotasa, por lo que tiene que
haber predisposición de llegar a un consenso por parte de todos los
implicados. Los ecologistas han aplaudido la valentía del Govern
balear sobre esta aplicación.
Repercusión en la prensa alemana
La prensa europea, especialmente la alemana, se hizo ayer eco de la
implantación de la ecotasa. El diario «Bild» titulaba en su
interior: «el sector turístico alemán critica la ecotasa de
Mallorca», para después afirmar que el turismo familiar se verá
perjudicado por este sobrecoste, en un momento de difícil situación
económica y turística.
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