Los controles de motos y ciclomotores que está realizando en los
últimos años el Ayuntamiento de Sant Antoni para erradicar, entre
otros objetivos, los ruidos dentro de la población se han mostrado
eficaces.Así lo está demostrando la nueva campaña que se inició
hace ahora unas dos semanas y en la que se está verificando que la
mayoría de usuarios han hecho caso a las recomendaciones realizadas
desde el Consistorio, un dato que se está constatando en los
controles que realiza la Policía Local de Sant Antoni y en los que
apenas se recogen infracciones y, menos aún, se precisa el decomiso
preventivo del vehículo.
El concejal de Policía, José Juan Ferrer «Blai», confirmó que se
estaban obteniendo muy buenos resultados y manifestó su
satisfacción por el trabajo que se estaba llevando a cabo y «por la
propia concienciación de los ciudadanos». La información recogida
por este periódico apunta a que los agentes han llegado a
identificar hasta 50 vehículos al día. En los controles se pide la
documentación al conductor y se observa si se ha realizado
modificaciones no autorizadas en la moto.
El «trucaje» en los ciclomotores y los llamados escapes libres
se habían convertido en un serio problema para Sant Antoni. De
hecho, se llegaron a almacenar hasta 150 motos que tuvieron que ser
requisadas al descubrirse en ellas distintas irregularidades.
Muchas veces, las motos quedaban depositadas largo tiempo al no ser
retiradas. «Hay que entender las molestias que ocasiona una sola de
estas motos con el escape libre después de que haya circulado por
varias calles.Había que tomar medidas», hizo notar Ferrer.
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