La reforma de las ordenanzas fiscales que el Pacte Progressista del
Consell pretendía aprobar ayer sólo salió adelante a medias, puesto
que la oposición se negó a dar su voto a la subida de precios
planificada por el equipo de gobierno en el Hospital Residencia
Asistida de Cas Serres y en el polideportivo insular. Santiago
Ferrer, vicepresidente segundo de la institución, argumentó que se
trataba tan sólo de ajustar algunas cuestiones, pero aún así sólo
consiguió que se aprobaran las ordenanzas relativas a la ITV y a la
expedición de documentos administrativos.
El Partido Popular negó su apoyo a un incremento del 45'7 por
ciento del precio máximo del hospital. Su portavoz, Pere Palau,
admitió que el incremento sólo afecta a la tasa máxima, que no es
la que pagan la mayoría de los usuarios, pero lo consideró
excesivo. Por su parte, Joan Buades, del grupo mixto, exigió una
«reforma progresista» de todos los precios del hospital para que,
además de beneficiar a aquellas personas que están en un estado de
pobreza prácticamente absoluta, también se discrimine positivamente
a la gente que no llega a un nivel tan bajo pero que sí tiene
importantes carencias. La intervención de Buades llevó al conseller
Santiago Ferrer a ofrecer al ecologista la posibilidad de sentarse
un día con calma para rediseñar y cambiar toda la estructura de
precios. Por ello, al final su grupo optó por votar a favor de
dejar sobre la mesa tanto esta como la ordenanza reguladora de los
precios del polideportivo, para la que Buades reclamaba la
discriminación positiva de colectivos como las familias numerosas o
los jubilados.
También relacionada con materia económica, el pleno debatió una
moción de control de Buades sobre la aprobación por parte del pleno
de las cuentas de los años 1999 y 2000. En este punto, Ferrer
explicó que el retraso que lleva la institución afecta también a
los años 1998 y 1999 y culpó de ello al Partido Popular. Sin
embargo, se comprometió a intentar llevar a pleno en un plazo breve
de tiempo las cuentas de los cuatro años pendientes. Buades opinó
que la explicación de Ferrer sobre lo complicado del trabajo era
«voluntarista pero muy pobre» y reiteró el aviso que hizo hace unos
días en el sentido de que «o se aclara qué demonios ha ocurrido con
las cuentas y su grado de desviación» o no votará a favor de los
próximos presupuestos. El único integrante del grupo mixto dijo que
no está dispuesto a aprobar otras cuentas sin saber si llegan a
materializarse las propuestas que consensúa con el equipo de
gobierno.
Por otra parte, el pleno aprobó por unanimidad una moción
presentada por el popular Joan Marí Tur relativa a la aprobación de
una línea de ayudas para los propietarios de las casetas varadero
de Formentera dañadas por el temporal. También salieron adelante
las propuestas de Buades sobre la creación de un espacio de música
joven en la isla de Eivissa y para reclamar que se modifique el
Código Penal para que los maltratos a animales sean considerados
delito. La moción de control sobre el traspaso de competencias a
Formentera se saldó con el compromiso de Ferrer de acelerar al
máximo el proceso siempre que así lo desee el Ayuntamiento.
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