El conseller Josep Marí Ribas, miembro del equipo de gobierno del Consell, reconoció ayer su error al no haber sometido las cuentas de Fecoef -entidad que gestiona el Recinto Ferial- de los años 1999 y 2000 a la aprobación del pleno del Consell Insular, pero negó rotundamente que con ello se hubiera intentado sustraer información a la oposición o quitar al pleno competencias que le corresponden. Marí Ribas afirmó que desconocía que era necesario llevar estas cuentas a pleno y que por ello, tras recibir el visto bueno del consejo de administración, se habían remitido al Registro Mercantil, pero siempre «sin segundas intenciones».

«La verdad es que nadie me advirtió de que era necesario ese trámite. Hubo un cambio de secretario en el consejo de administración y supongo que por eso nadie cayó», comentó ayer el conseller, al que le extrañaron mucho las críticas del conseller de la oposición Pere Palau «porque estaba presente cuando se aprobaron las cuentas y entonces no puso ninguna objeción». «En realidad no creo que se trate de una irregularidad tan grave y prueba de ello es que cuando nos hemos dado cuenta del fallo hemos decidido llevarlas a pleno. No tenemos ningún problema en que tengan que ratificarse y se hagan a las cuentas las críticas que la oposición considere necesarias», añadió Marí Ribas.

Sin embargo, aclarado este extremo el conseller progresista sí quiso lanzar una clara advertencia al PP, al que sugirió que sea «cauto» en sus críticas a Fecoef y a la gestión del Recinto Ferial. «Es una desvergüenza que sea el PP quien hable ahora de enchufismo cuando nosotros nos hemos encontrado allí un montón de gente que, o bien era del entorno del PP, o bien eran familiares suyos», manifestó. Marí Ribas dijo que no quería entrar en más detalles sobre cuál era la situación del Recinto Ferial cuando se produjo el cambio de gobierno, pero se mostró convencido de que el Pacte «pasaría la prueba del algodón» si alguien quisiera analizar las contrataciones que se han hecho en Fecoef.