El presidente del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich, se
mostró ayer desconcertado tras conocer las explicaciones que el
ministro de Fomento, Francisco Àlvarez Cascos, había dado en el
Senado en relación con el problema de las conexiones aéreas en
Balears. Antich dijo sentirse «preocupado» y afirmó que no sabía
muy bien «qué pensar» en vista de que Àlvarez Cascos niega haber
recibido petición alguna por parte del Ejecutivo balear para que
las conexiones áreas sean declaradas, como en el caso de Canarias,
obligación de servicio público.
El Govern reiteró ayer que dicha petición se ha cursado no una,
sino dos veces, y como prueba de ello hizo públicos los documentos
que así lo acreditan. Las palabras de Alvarez Cascos «me llevan a
pensar mal, o que en el Ministerio de Fomento no controlan los
papeles que les llegan, o que hay mala idea» por parte del
ministro, comentó ayer Antich en los pasillos del Parlament
balear.
En vista del poco éxito de estas dos peticiones -fechadas el 20
de octubre de 1999 y el 2 de noviembre de 2001 respectivamente- la
Conselleria d'Obres Públiques del Govern ha decidido ahora enviar
al presidente del Gobierno, José María Aznar; a la comisaria
europea de Transportes, Loyola de Palacios; y al Defensor del
Pueblo, Enrique Múgica, el acuerdo de consell de govern en el que
se hace esta petición y en el que también se pide que se desarrolle
el Régimen Especial para Balears incrementando los descuentos de
residentes hasta el 50 por ciento.
Desde esta Conselleria se recordaba ayer que la declaración de
obligación de servicio público «supone la voluntad de que, ante una
eventual desatención por parte del mercado en cuanto a tiempo,
horarios, calidad y frecuencias, el Gobierno del Estado o el de la
comunidad autónoma podrían establecer, mediante compensación
económica, la obligación de líneas estratégicas que garanticen el
servicio». Por todo ello, el Govern seguirá insistiendo ante Madrid
y mantendrá sus reivindicaciones.
Fomento dice que hay que aceptar las decisiones
empresariales
El Ministerio de Fomento considera «cubierto» el tráfico aéreo
entre la Península y los archipiélagos balear y canario. El
subdirector general de Explotación y Transporte de Aviación Civil,
Jesús Pérez Blanco, señaló hoy que «no se debe dramatizar con las
programaciones realizadas por las diferentes compañías aéreas para
este invierno en sus vuelos entre la Península y Balears, y la
Península y Canarias». La oferta es, a juicio de Pérez Blanco,
«similar a la del año pasado, e incluso se ha mejorado la
realización de algunos trayectos, al cambiar los turbohélices por
los reactores, caso de Air Europa en sus vuelos insulares». Entre
la Península y Balears van a operar un total de 455 vuelos
semanales, lo que supone una disminución de 69 con respecto a la
programación de la temporada pasada, no obstante, el número de
plazas pasa de las 2.550.075 del año 2000, a las 2.575.985 del
2001. Estos descensos afectan al trayecto Barcelona-Eivissa en 14
vuelos y al Madrid-Eivissa en 15. En cuanto a los vuelos entre
Islas, la variación es de 21 vuelos semanales eliminados. «Estamos
ante un mercado competitivo y hay que aceptar las decisiones
empresariales sin dramatizar ni tomar posturas alarmistas; las
comunicaciones están garantizadas suficientemente», concluyó.
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