Alejar las antenas de parques, colegios y hospitales; reducir al mínimo el impacto visual y ambiental de estas instalaciones en suelos rústicos y protegidos y garantizar la cobertura para todos los ciudadanos son los tres objetivos fundamentales del plan de telefonía móvil que el Consell aprobó recientemente en pleno y que ahora está presentando a todos los ayuntamientos para lograr un consenso. En este sentido, la consellera de Medi Ambient, Fanny Tur, ha iniciado una ronda de visitas a los alcaldes. Por el momento ha contactado con el de Sant Antoni y Santa Eulària y próximamente lo hará con el resto de consistorios.

Los ayuntamientos de la isla son los responsables de otorgar las licencias de instalación de antenas de móvil. En los únicos casos en los que las licencias pasan por el Consell es cuando la compañía quiere instalar la antena en un área de patrimonio o en zona rústica. «La realidad es que se instalan muchísimas antenas sin licencia y sin pasar por la CIU», explicó Fanny Tur.

La consellera apuntó que el Congreso de los Diputados ha tratado una proposición no de ley sobre el derecho universal a la comunicación. Un derecho «que hay que respetar», según la consellera a la vez que se reduce al mínimo «el impacto visual y ambiental tanto en suelo urbano como en suelo rústico y protegido, donde hay que regularlo al máximo», matizó.

La intención final del plan "que estará finalizado a principios del año que viene" es que sea incluido en el texto del Plan Territorial Insular (PTI) y que los ayuntamientos lo contemplen en su normativa. «Hay que intentar que todas las antenas sin licencia se adapten a las directrices del plan», señaló la consellera. Los ayuntamientos han congelado prácticamente la concesión de licencias hasta conocer la norma a seguir.