Los cementerios de Eivissa que con tanto mimo se habían adecentado la víspera de Todos los Santos no recibieron tantas visitas como se podía esperar debido a la tromba de agua que cayó sobre la isla a media mañana de ayer. A pesar de que el tiempo mejoró con el paso de las horas no se notó en el número de familiares que se acercaron a velar a sus allegados.

A pesar de que el Día de Todos los Santos amaneció soleado enseguida aparecieron las nubes y con ellas el agua. Esto no afectó sólo a los cementerios, ya que los feligreses tampoco llenaron los recintos parroquiales para asistir a las misas solemnes. La jornada de hoy servirá para recordar a los difuntos, aunque las previsiones apuntan que las lluvias aparecerán de nuevo.