Pere Amorós en el camposanto del Puig de Missa de Santa Eulària. Foto: M.F.

"Cómo le gusta que le llamen? ¿Sepulturero, enterrador, custodio...?
"Pues simplemente como el que hace fosas, entierra a los fallecidos, mantiene los cementerios, cuida sus jardines y hace las reformas para que la gente se sienta bien.

"En el aspecto del enterramiento, ¿cuál es su modus operandi?
"Estoy todo el día pendiente de los teléfonos fijo y móvil. Cuando hay un muerto la funeraria me llama siempre con la antelación suficiente para que yo pueda tener todo listo. Cuando alguien fallece hay que esperar un mínimo de 24 horas para enterrarle.

"¿Qué opina de la imagen tétrica que han creado las películas de terror de su profesión?
"Es una idea equivocada. Las películas presentan a los camposantos como algo terrible. Personalmente pienso que las discotecas, por el ruido, son lugares más terroríficos. También depende de como vista el enterrador, que normalmente ni va de negro ni lleva la cara tapada, todo lo contrario, es como uno más ejerciendo su profesión.

"¿En qué estado recibe usted a los fallecidos?
"Siempre llegan en una caja tapada precintada luego depende de que cómo quiera la familia el entierro. Aunque lo más importante es que la familia llegue relajada.

"¿Cuándo empezó a trabajar en el municipio de Santa Eulària?
"En octubre de 1982 hice mi primer entierro, luego inauguré el municipal en 1986 y puse nombres a las calles del camposanto del Puig de Missa. El alcalde por aquel entonces me comentó irónicamente: «Puedes poner los nombres de las discotecas a las calles».

"¿Existe alguna leyenda anecdótica sobre los lugares sagrados?
"La gente cuenta muchas cosas. Algunos han coincidido en una historia: hace muchos años había un desagüe que bajaba desde la parroquia al terreno a través del cuál el párroco asustó a un feligrés con una voz de ultratumba. Otra de las cosas que me han pedido en ocasiones los familiares de un fallecido ha sido que su tumba tenga vistas al mar.

"¿Cómo lavaría la imagen peliculera que se tiene de los enterradores?
"Diciendo que yo también soy creyente. Una vez una señora me preguntó: «¿No se encuentra usted muy sólo?» y le respondí: «No, porque hablo mucho con Dios». Esto es lo que me permite siempre tener una sonrisa y a entender la muerte como el paso para la otra vida.

"¿Cuenta con días libres?
"Trabajo durante todos los días del año. Antes había más difuntos en días festivos y los domingos. Pero ahora parece que hay un acuerdo para que no se hagan entierros los domingos, aún así siempre me quedo pendiente del teléfono.