El programa de intercambio de estudiantes diseñado por las concejalías de Normalización Lingüística de las Ayuntamientos de Eivissa y Ciutadella (Menorca) vivió ayer un primer día marcado por el mal tiempo y por dos visitas: el poblado fenicio de sa Caleta y ses Païsses de Cala d'Hort. Cuarenta jóvenes -veinte de cada isla- convivieron durante 12 horas de intenso aprendizaje sobre la cultura, el arte y las costumbres ibicencas.

Tras hacer una primera parada en la Reserva Natural de ses Salines el grupo se dirigió a sa Caleta. Allí recibieron la explicación por parte de los monitores de las características de un poblado, el fenicio, que habitó el lugar hace más de veinte siglos. Después de comer en Eivissa la atención se trasladó a ses Païsses de Cala d'Hort. Llegaba el momento de enseñarles las claves de construcción de una casa payesa -por estancias- y de algunas de las costumbres con las que antiguamente expulsaban a los malos espíritus de las viviendas.

Así, los jóvenes comieron frutos secos y procedieron a una trencada de pinyons. Además de esta técnica, el monitor de Eivissa les aclaró que antes las familias también dibujaban cruces blancas en las casas para que en ella sólo entraran las almas buenas. Hoy conocerán Dalt Vila y efectuarán una visita institucional al Consell.