El hipódromo de Sant Rafel ha alterado su programación habitual esta temporada debido a las obras de mejora de su edificio de oficinas y restaurante y al acondicionamiento del pasillo de las cuadras de los caballos. «El hipódromo estará cerrado a la competición durante todo el mes de octubre. Será el 4 de noviembre cuando se retomen las carreras de trotones», explicó Joan Colomí, programador de las carreras del hipódromo. Colomí explicó que en estos momentos se están llevando a cabo obras en los servicios y en todo el edificio utilizado por el público que cada semana acude a ver las carreras a Sant Rafel después de ocho años.

Un paseo por las diferentes cuadras de las instalaciones mostró que a la mayoría de los criadores de trotones el parón obligatorio no les ha afectado demasiado. A Antonio Colomar, propietario de My Thy Sharp, la suspensión de las carreras no le ha supuesto ningún problema. Cada día sigue acudiendo a cuidar a su trotón a Sant Rafel y acude a las carreras del hipódromo de Sant Jordi, algo por lo que han optado muchos de los criadores de Sant Rafel.

Sin embargo, los propietarios de algunos trotones han visto limitada su participación en las otras instalaciones debido a las características de la pista. «En Sant Jordi las instalaciones son más pequeñas y algunos caballos de Sant Rafel no saben rodar en la otra pista, no obtienen buenos resultados en las carreras porque están acostumbrados a esta pista», argumentó Vicent, un experto criador de trotones.

El que las obras se hayan centrado en el edificio de servicios al público del hipódromo no ha impedido que los criadores puedan utilizar las pistas a diario para mejorar la velocidad y los movimientos de sus caballos en la pista de Sant Rafel, de ahí que en cuestión de entrenamiento este parón no va a afectar mucho al estado físico de los trotones. Mientras, sus propietarios esperan la llegada del primer fin de semana de noviembre para volver a disputar las ansiadas carreras de trotones.