La Dirección Insular de la Administración del Estado en Eivissa reunió ayer a los principales implicados en el problema que ha generado la supresión y cambio de las paradas de transporte escolar consideradas como peligrosas por tráfico. El jefe provincial de Tráfico en Balears, Javier Coromina; el conseller insular de Transports, Santiago Ferrer; la directora insular, Marienna Sánchez-Jáuregui; el presidente de la Federación de Padres de Alumnos, Toni Pomar; y el delegado de Educació, Antoni Marí, llegaron al acuerdo de realizar un estudio de campo y mejorar las paradas tachadas de inseguras tras la inspección.

Sánchez-Jáuregui remarcó que el hecho de que algunas paradas se utilicen desde hace décadas no significa que no sean peligrosas para la seguridad vial y de los niños, tal y como ha dictaminado el informe. Sánchez-Jáuregui añadió que la idea «es dar una solución» a las paradas conflictivas lo más rápido posible «sin perjuicio de que una vez que estén todas las paradas revisadas e informadas se piense en una solución global», definitiva para solventar el problema de inseguridad.

El conseller de Transports, que solicitó la reunión de ayer, ha acordado que los principales afectados enviarán un listado con los puntos conflictivos, que necesitan una solución urgente al Consell que, junto con Tráfico y la Guardia Civil , «verán sobre el terreno las soluciones que minimicen los riesgos y satisfagan la demanda». Cada administración se hará cargo de las paradas en las vías que sean de su competencia. El cambio había suscitado un gran descontento entre los padres y la Conselleria d'Educació.