Viviana Sans de Trotta, bombero en el aeropuerto de Eivissa y una de las dos únicas mujeres que ejercen esta profesión en este departamento de Aena en todo el territorio nacional, defendió ayer en el Juzgado de lo Social de Eivissa la demanda que ha interpuesto a Aena por discriminación por razón de sexo y al tribunal que la examinó en unas pruebas de promoción interna encaminadas a lograr el puesto de jefe de la dotación de Eivissa en el aeropuerto por evaluar de manera incorrecta uno de los exámenes.

El abogado de la demandante, Antonio Llanos, pidió la nulidad de esta prueba y que Aena modifique los baremos de las pruebas físicas, distinguiendo entre hombres y mujeres, para el acceso a esta jefatura. La defensa sostuvo que el examen práctico previo a las pruebas físicas de acceso a la plaza fue valorado por el tribunal de manera irregular. Los cinco candidatos obtuvieron treinta puntos por este examen (el máximo era de 40), después de que el tribunal acordase puntuar la prueba de la misma manera.

Un examen pericial de los exámenes concluyó que las notas eran diferentes para los examinados y que la demandante obtenía una puntuación mayor de la apuntada por el tribunal. La defensa explicó que el hecho de haber puntuado a todos por igual había perjudicado a su cliente dado que partía en desventaja de cara a las pruebas físicas. A pesar de que Viviana Sans daba los mínimos para pasar las pruebas físicas sabía que no sacaría mejor puntuación en estas pruebas que sus compañeros masculinos "explicó su abogado" por lo que centró su esfuerzo en las pruebas anteriores. «La igualación de resultados unida a los baremos» supone que Viviana de Sans «no accedía al puesto en igualdad de condiciones», según el abogado. La defensa fue más allá argumentando que «ninguna mujer tiene posibilidad de acceder a la plaza de jefe de dotación en las condiciones actuales».

Con el apoyo del testigo Mario de la Cal (bombero que obtuvo la plaza), el abogado reiteró que la preparación teórica de Viviana de Sans era «superior» a la de sus compañeros. Además apuntó (extremo que fue ratificado por testigos de ambas partes) que el puesto de jefe de dotación no requiere ser especialmente bueno en las pruebas físicas sino ser un buen organizador y tener capacidad de mando, cualidades que la defensa señaló en su cliente.

La demandante conoció minutos antes de realizar las pruebas físicas el resultado del segundo examen en el que todos habían obtenido, irregularmente según la defensa, el mismo resultado. Consciente de que no tenía posibilidades en las pruebas físicas, la demandante abandonó las prueba, presa «de un shock», según dictaminó el psicólogo Joaquín Luzón. La defensa de Aena argumentó que este comportamiento muestra que De Sans no está capacitada para afrontar la tensión que conlleva su puesto de trabajo. Esta teoría que fue rechazada por el psicólogo que argumentó que la demandante había demostrado capacidad para sobreponerse. El juicio ha quedado visto para sentencia.