GUILLERMO ROMANÍ La Conselleria de Medi Ambient del Consell d'Eivissa i Formentera teme que la inclusión de los pozos de Formentera en el catálogo de aguas privadas "que estipula el Plan Hidrológico Nacional" será complicada, tanto por el coste de la misma tramitación como porque la mayoría de los propietarios carecen de los papeles que se exigen. Según explicó ayer Isidre Ferran, técnico de este departamento, «la legalización de los acuíferos de la isla dependerá, básicamente, de una decisión política», ya que su situación es sustancialmente distinta de la del resto del archipiélago.

Ferran se reunió ayer con más de medio centenar de propietarios de pozos privados para explicarles el proceso que tendrán que seguir para su inscripción. «La mayoría de los propietarios, por no decir todos, carecen del título que reconoce el derecho a utilizar las aguas subterráneas», señaló. Ahora, se deberá demostrar el uso agrícola de la extracción, algo que será difícil dado que la mayoría de los pozos si se dedican a regadío no es para venta de los productos, sino únicamente para el consumo familiar.

Hasta el 26 de este mes los propietarios deberán presentar en el Ayuntamiento el título de propiedad del terreno en el que está ubicado, el plano correspondiente a su situación y serán el propio consistorio y el Consell los que se encarguen de mandar a Palma toda la documentación con la solicitud formal de legalización. En la mayoría de los casos, además, son acuíferos salobres. «Son pozos artesanos "ha dicho Ferran" por lo que nadie tiene la documentación del aprovechamiento» y nadie puede acreditar su existencia.