El dragado del fondo marino permitirá a las embarcaciones que lleguen a Formentera maniobrar con mayor facilidad.

GUILLERMO ROMANÍ La Autoritat Portuària de Balears tiene previsto iniciar el dragado del fondo del puerto de la Savina a finales de febrero del próximo año para conseguir un mayor calado en el interior del puerto y facilitar la maniobra de las embarcaciones. Según el ente portuario, la duración de las obras es de aproximadamente tres meses y la fecha límite para su finalización es el 1 de julio de 2002. El coste asciende a 115 millones de pesetas y, salvo contingencias, se llevará a cabo en las fechas previstas ya que cuenta con el visto bueno tanto de Capitanía Marítima como de la Demarcación de Costas y las conselleries de Medi Ambient y Pesca del Govern balear. Estos permisos afectan tanto a los trabajos en sí mismos como al vertido y acumulación de las rocas que se extraigan del mar.

El actual calado del puerto de la Savina es de unos tres metros de profundidad, con unas oscilaciones que varían en 20 centímetros por arriba y por abajo de esta cifra. La Autoritat Portuària pretende conseguir un calado que va de los 3'5 metros hasta un máximo de 4'5, con una zona de 4 metros en función de las necesidades.

Con esta inversión, la Autoritat Portuària pretende mejorar el calado tanto en el muelle de atraque de embarcaciones rápidas que delimita la dársena interior de Marina de Formentera, como en la zona de entrada tanto a esta marina como a parte de Formentera Mar. Ello se debe a que en el vértice inferior derecho de la zona a dragar hay unas rocas que están, según algunos capitanes consultados, no a 20 sino a 40 centímetros por debajo de los tres metros de calado y ese punto, donde un ferry dañó años atrás las hélices, es un obstáculo para que las embarcaciones rápidas de mayor tamaño, con un calado de 2'5 metros amarren en el muelle lateral.

Los técnicos han decidido no emplear explosivos para hacer volar las rocas, sino que se empleará una retroexcavadora. En tierra se instalará una grúa que irá descargando el contenedor de la pontona; las rocas extraídas de esta manera serán conducidas a un vertedero autorizado y la piedra podrá ser utilizada en el futuro para obras.