El Consell Insular recibirá finalmente en enero de 2002 las transferencias de bienestar social del Govern después de que la tramitación parlamentaria se alargara más de lo previsto. Finalmente, el pasado día 3 de octubre se aprobó en comisión, un trámite previo a su paso al pleno del Parlament. «Se ha producido una dilación en el proceso de tramitación parlamentaria», señaló la consellera insular de Benestar Social, Sofía Hernanz.

El retraso en la llegada de estas competencias, previstas este año, ha sido por la oposición del Consell Insular de Mallorca, en manos de Unió Mallorquina. «El Consell de Mallorca argumentó que no las quería ahora porque se darían duplicidades ya que ambas instituciones darían los mismos servicios pero, desgraciadamente, en las Pitiüses no se da ese caso», explicó la consellera.

Hernanz sostiene que el traspaso mejorará la situación de los servicios sociales ya que antes del traspaso sólo se recibía un 4'9 por ciento del presupuesto de esta área en las Pitiüses, lo que constituye «un claro ejemplo de discriminación que sufren los ciudadanos».

Remarcó que uno de los grandes logros es que viene a compensar ese déficit, ya que la cantidad que se transfiere como coste efectivo es inferior a lo que se traspasa como compensación a lo que no se venía gastando. «Eso es inusual en un proceso de traspaso. Se ha encontrado un instrumento para corregir un desequilibrio. El gran triunfo de las transferencias es que iguala la cantidad de dinero que recibirán todos los habitantes de las islas», comentó la consellera.

El proceso de transferencias contempla que el Consell reciba del Govern una dotación de 600 millones de pesetas anuales.