El futuro Parc Marià Villangómez. Foto: ÓSCAR DELGADO.

Excavadoras, camiones, albañiles, jardineros y otros técnicos están metidos de lleno en la construcción del Parc Marià Villangómez, donde los vecinos de Cas Serres podrán desconectar de sus tareas cotidianas desde finales de noviembre. El proyecto cada día se convierte en realidad; acercarse por las inmediaciones del auditorio es comprobar las dimensiones de lo que va a ser la nueva zona verde.

Unas zanjas abiertas por el solar comienzan a esconder el cableado de las farolas que se colocarán en forma de asterisco para formar una luz original en forma de estrella. En el lugar también se han comenzado a instalar los conductos del sistema de riego por goteo. Los residentes en la barriada asisten expectantes a las evoluciones de los obreros, deseosos por ver el resultado final que les permitirá descansar cada día de la jornada laboral o escolar.

Desde el pasado día 20 de septiembre las obras van dejando entrever cómo será el futuro parque. De las tareas de jardinería se encarga Jarditur, una empresa que ya ha participado en el mantenimiento de las jardineras del aeropuerto o de las piscinas Ras Pallar. El presupuesto es de 10 millones de pesetas y el terreno fue cedido por el Ayuntamiento al Consell Insular d'Eivissa i Formentera. Otros vecinos, los de Can Escandell, también han comprobado en los últimos días que se han iniciado las obras de la futura parroquia de San Pablo, después de que se colocara la primera piedra antes del comienzo del verano. Los feligreses podrán asistir a misa al nuevo recinto religioso el próximo año. Dos obras encaminadas a cubrir dos necesidades diferentes en dos barrios de Eivissa.