Imagen de la reunión entre vecinos y el alcalde Antoni Marí Tur. Foto: M.FERRER.

Representantes de las ocho asociaciones que conforman la plataforma cívica de Sant Antoni se reunieron ayer durante más de dos horas con del alcalde, Antoni Marí Tur, para hacer balance de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento (decretos de cierre de discotecas y precinto de equipos de música, entre otras) a modo de respuesta a la presión ejercida por la mencionada plataforma sobre las actuaciones del Consistorio.

Un portavoz del movimiento vecinal, Francisco Vallespir, destacó que la reunión se desarrolló en ambiente «distendido y constructivo» y que durante el encuentro manifestaron su conformidad con las medidas tomadas que se irán ampliando. Los vecinos y el alcalde coincidieron en que no se debe politizar el movimiento ciudadano, que no ha surgido para destituir al alcalde «sino para mejorar la calidad de vida del municipio», remarcó Vallespir que espera que «la oposición colabore con las medidas que propone el alcalde y que no se aproveche de la situación para sacar beneficio político porque la situación habría cogido un rumbo de color político que no existe».

La plataforma aprueba las medidas tomadas hasta el momento y confía en que continúen el año próximo. Además, insisten en que el movimiento cívico ha dado «un pequeño tironcito de orejas al alcalde para que reaccionase con el apoyo de la población para actuar contra actividades ilegales». Alcalde y vecinos han acordado mantener reuniones periódicas con los responsables de las concejalías claves para hacer un seguimiento.