Cruz Roja de Eivissa dio por concluida ayer la campaña de vigilancia del litoral pitiuso durante la temporada alta aunque su presidente, Jose Colomar, matizó que habrá dos excepciones. En el caso de Santa Eulària mantendrán la presencia de efectivos en la zona de Cala Nova y Es Canar hasta el 15 de octubre. Dos socorristas se encargarán de mantener el servicio durante estas dos semanas.

Por su parte, el litoral de Formentera contará con vigilancia hasta el 31 de octubre en las zonas de ses Illetes y es Pujols. En este caso serán seis los socorristas encargados de vigilar la costa. Cruz Roja se ha planteado incluso aumentar la dotación con un socorrista más que se ocuparía de la zona de es Migjorn, dado que es un área especialmente problemática. El equipo humano de Formentera continuará con el refuerzo material de dos lanchas y una moto acuática.

El presidente de la organización en Eivissa remarcó que la continuidad de estos servicios es un elemento «que genera buena imagen al turista», por lo que las agencias de viaje «son las primeras interesadas en que se mantenga todo lo posible el servicio de vigilancia de las playas porque es ofrecer más calidad turística».

El presidente de Cruz Roja destacó, además, que la unidad de salvamento de Sant Antoni continuará durante todo el invierno las 24 horas del día. El servicio de rescate también se mantendrá durante todo el año.

Una de las novedades del dispositivo activado este año es que todos los municipios de las Pitiüses han contado con la vigilancia de Cruz Roja, tras sumarse a la lista Sant Joan. En lo que respecta a equipo material, además de las nueve lanchas y otra embarcación más grande, Cruz Roja ha contado este verano con dos motos acuáticas para su servicio.