«Julián fue una persona única. El barrio de ses Figueretes tiene sentido gracias a él, porque peleó por cualquier cosa, por la playa y porque las cosas se hicieran bien. Era una buena persona y todo el mundo lo quería». El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, dedicaba ayer este panegírico a Julián Verdera durante la inauguración de la plaza que lleva su nombre en el barrio de ses Figueretes. La plaza, que hasta ahora no tenía nombre, se encuentra a escasos metros del hotel de su propiedad.

Sin embargo, Verdera no será recordado sólo por su labor como hotelero, sino también por su trabajo al frente de la Asociación de Vecinos de ses Figueretes o cuando presidía el club de fútbol Rapid. A la inauguración de la plaza no faltó nadie: la madre de Julián, Dolores Torres, sus hijos Damián y José, los concejales del Pacte, los de la oposición liderados por Enrique Fajarnés, la directiva de la Asociación de Vecinos de ses Figueretes y el pintor Kennedy, muy vinculado a la familia. Las paredes del hotel de 'los Verdera' están decorados por el artista.

El acto de inauguración comenzó con una semblanza de Tarrés a la figura de Verdera: «Nunca hablaba mal de nadie. Era una buena persona dispuesta a ayudar», recordó. A continuación, Tarrés descubrió la placa conmemorativa en honor a Julián Verdera con la ayuda de Dolores y de uno de sus nietos. Los vecinos y turistas se agolparon en la s inmediaciones para ver la exhibición de ball pagès a cargo de la colla de sa Bodega, donde los niños demostraron su habilidad en la práctica de este baile tradicional. El acto finalizó con el concierto que ofreció la Banda Sinfónica Ciutat d'Eivissa con la luz de atardecer al fondo.