Imagen de la primera obra demolida por el Ayuntamiento progresista.

GUILLERMO ROMANÍ El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Formentera, José Ramon Mateos, anunció ayer que entre hoy y mañana se «va a proceder al precinto de una decena de obras» que «en su día recibieron una notificación de paralización y a la que los propietarios han hecho caso omiso». Se trata en todos los casos «de obras en principio ilegales -ha subrayado José Ramón Mateos-, y habrá que ver si son legalizables o no». En el primero de los casos, que sean legalizables, los propietarios deberán pagar la correspondiente sanción, y en el segundo y peor de los mismos, que no sean legalizables, «habrá que demolerlas», señaló el titular de la concejalía de Urbanismo, para afirmar a continuación que más de una deberá ser derruida porque no hay manera de legalizarla».

Por otra parte, el concejal de Urbanismo de Formentera ha asegurado que el pasado fin de semana se ordenó la paralización de una obra porque «no se presentó la modificación de proyecto respecto al que consta en el Ayuntamiento». Será el primero de la decena que precintos que llevará a cabo el Consistorio en las próximas 48 horas, todos ellos porque las construcciones se encuentran «fuera de ordenamiento». Por lo que respecta a la obra paralizada, situada en Es Carnatge y en la que seguían entrando y saliendo camiones, se trata de una construcción para la que «los propietarios -ha dicho Mateos-, presentaron un proyecto al Ayuntamiento, que, a su vez, lo remitió a la Comisión Insular de Urbanismo (CIU)».

No obstante, cuando los servicios técnicos municipales fueron a comprobar los trabajos que se estaban realizando «pudieron comprobar -ha señalado el máximo responsable de Urbanismo de Formentera-, que las obras no tenían nada que ver con el proyecto inicial», ya que se estaba excavando para la construcción de un sótano que no estaba previsto, la superficie edificada era mayor que la originalmente solicitada y, asimismo, el volumen a edificar era sustancialmente mayor. Según advirtió José Ramón Mateos, si los propietarios de la obra precintada «presentan una modificación del proyecto inicial y es factible llevar a cabo las obras, no habrá ningún problema, de lo contrario tendrán que rectificar la obra y ajustarse al proyecto inicial».