GUILLERMO ROMANÍ El Camí Vell de la Mola es uno de los más antiguos de Formentera y está considerado como una reliquia. Su vigencia como eje vertebrador de la vida económica y social de la isla está totalmente fuera de dudas; a lo largo de él estaban los pozos más importantes en los cuales se abastecían los pobladores y en los que abrevaban los rebaños.

A través del Consorci Formentera Desenvolupament (CFD) se han obtenido, por fin, las partidas económicas (algo por encima de los 100 millones de pesetas) necesarias para llevar adelante el proyecto. Las previsiones son que los trabajos empiecen este mismo año; acabarán aún no se sabe cuándo porque las obras se realizarán por fases en función de las necesidades, asfaltado, limpieza cunetas, arreglo paredes y soterramientos de cables.

Pese a que el alcalde de la isla, Isidor Torres, prefiere hablar de dos tramos del Camí Vell de la Mola "«el asfaltado y el que no está asfaltado»" en esta vía hay que diferenciar tres tramos.

Sobre el proyecto original de recuperación que había elaborado el Ayuntamiento, presentado al CFD, el PP presentó una propuesta en la que pedía se incluyera en la recuperación del Camí Vell de la Mola, la rehabilitación de aquellos elementos igualmente históricos que lo jalonan como pueden ser pozos, aljibes, molinos y cisternas que de alguna manera configuran no sólo el camino sino también el su entorno.