Los trabajadores celebraron una asamblea.

Los empleados de la cadena Diskont, que cierra hoy los cinco establecimientos que permanecían abiertos tras el cierre de otros trece, conocieron anoche a través de su comité de empresa de la Federación de Comercio de UGT las últimas negociaciones con la empresa propietaria Ibidis, de la catalana Miró. Por el momento se ha decretado un cierre retribuido para los trabajadores desde el 17 de septiembre hasta el 30 del mismo mes, fecha en la que se conocerá si la empresa cierra definitivamente o si prospera su compra por parte de otra compañía que ha lanzado una oferta de última hora.

El secretario general de la Federación de Comercio, Fernando Fernández, explicó ayer que de producirse la compra de la cadena exigirán que se mantenga la plantilla de trabajadores fijos. En el caso de que no prospere la compra se presentará una demanda por despido colectivo (con indemnización a cada trabajador de 45 días por año trabajado) ya que entienden que el cierre se ha producido «porque sus propietarios la han dejado morir». Si la empresa no lo asume el sindicato podría negociar una regulación de empleo por causa económica que es, según UGT, lo que desean los propietarios.

El comité de empresa mantuvo ayer por la mañana una reunión con el abogado y un representante del departamento de recursos humanos de la empresa Miró. Durante la reunión los representantes no quisieron avanzar el nombre de la empresa interesada en la compra ya que por el momentos está todo en el aire.