El número de accidentes laborales por cada mil trabajadores se redujo un 5 por ciento durante los siete primeros meses de 2001 en relación al mismo período de 2000. Se trata del primer descenso en los índices de siniestralidad en los últimos cinco años. Así lo explicó ayer en Eivissa el director general de Treball, Fernando Galán, que, sin embargo reconoció que Eivissa, con 1.850 siniestros en siete meses (tres de ellos mortales), es la isla balear con más accidentes laborales en reacción a la población en activo, un dato especialmente grave si se tiene en cuenta que Balears ocupa los primeros puestos entre las comunidades con más accidentes.

De las 400 empresas que han sido inspeccionadas en Eivissa, 50 han sido sancionadas por un importe total de 35 millones de pesetas. Fernando Galán vincula de forma directa el hecho que de se haya intensificado el programa de inspección, las sanciones y los requerimientos ( un centenar) para subsanar peligros potenciales de accidentes laborales al hecho de que se hayan reducido las cifras. El número de sanciones ha aumentado un 85% mientras que la cuantía de las sanciones ha aumentado en un 19 por ciento.

Con respecto a las críticas de algunas empresas inspeccionadas y sancionadas por la dureza de la actuación del Govern, que tacharon de «persecución», Galán rechazó frontalmente estas acusaciones y señaló que las reticencias se pueden deber «a que en Eivissa siempre ha habido una cierta relajación» con estos temas. «La inspección de trabajo no puede cerrar los ojos», señaló Galán, que matizó que las inspecciones se han multiplicado por cuatro. Precisamente el tema de la creación de una inspección de trabajo fija en Eivissa será uno de los temas que tratará Treball con el director general de Inspección en una próxima reunión. Galán reconoció que será difícil convencer al Gobierno de la viabilidad de una oficina fija en Eivissa.