J. M. R. La oposición del Ayuntamiento de Sant Antoni no sale de su asombro, aunque tampoco ha dudado a la hora de aplaudir las medidas adoptadas a final de temporada por el alcalde de la localidad, Antoni Marí Tur, para atajar el desorden nocturno en la urbe. La intención manifestada por el equipo de gobierno de eliminar los pubcrawls y las ofertas '2x1' de bebidas alcohólicas, así como el cierre cautelar de la discoteca Amnesia (un día, el domingo), han recibido el respaldo de los concejales del Pacte Progressista y de Democràcia Pitiusa (DP).

El portavoz progresista, Joan Marí Serra lamentó, no obstante, que el alcalde «no haya reaccionado» hasta la presentación de alrededor de 7.000 firmas en protesta por una situación que se repite cada temporada. También criticó que esas «acertadas» decisiones no hayan sido tomadas antes, en vez de esperar al final de la temporada. Por su parte, Vicent Marí Prats, portavoz de DP, fue escéptico: «Hay que verlo para creerlo», señaló. Su compañero de partido, José Torres, espera que las medidas abarquen todo el municipio, y no sólo el West End.

Un portavoz del movimiento cívico que aglutina ocho asociaciones de vecinos y empresarios de Sant Antoni informó de que próximamente se pronunciarán sobre estas medidas, que el alcalde les prometió durante la reunión mantenida la pasada semana. Por otra parte, el alcalde anunció ayer que el próximo lunes firmará, con toda probabilidad, el decreto de cierre cautelar de la discoteca Privilege, por las mismas razones por las que el domingo se precintará Amnesia: acumulación continuada de denuncias por cerrar la sala más tarde del horario estipulado en las ordenanzas.

El objetivo de Marí es que esos cierres sirvan como advertencia de lo que puede ocurrir el próximo año si las salas no respetan las ordenanzas. Ayer por la mañana, Marí Tur recibió la visita de representantes de la asociación de salas de fiestas de Balears.