Los técnicos de la Conselleria d'Agricultura han detectado el segundo foco de escarabajo de la patata de la isla en una finca de Sant Llorenç. El primero, localizado en sa Bodega den Guasch (Santa Eulària), se conoce desde hace dos años y, en teoría, está «controlado».

La Conselleria decidió encender la luz de alarma tras encontrar a mediados de agosto más ejemplares de leptinotarsa decemlineata en la isla, cuya propagación es relativamente sencilla. Según explicó Juan Ferrer, técnico de la Conselleria insular d'Agricultura, se puede introducir en Eivissa a través de las semillas de las patatas.La empresa Tragsa será la encargada de intentar aniquilar -o al menos controlar- la plaga antes de que se propague por el resto de las Pitiüses. Para ello empleará insecticidas de un nivel de toxicidad «intermedio», según señaló Juan Ferrer.

Al parecer, los escarabajos hallados en la explotación de Sant Llorenç surgieron de unas plantas rebrotadas, según explicó el conseller insular d'Agricultura, Vicent Tur, que ha pedido la colaboración de los agricultores para acabar con esta plaga, una de las más graves conocidas este siglo en el mundo. En el caso de que los insectos acaben con las patatas que tienen en un perímetro cercano, atacan berenjenas y tomates.

Los escarabajos adultos tienen un centímetro de longitud, son de forma redondeada y su color es amarillo o anaranjado. Presentan diez barras negras sobre el cuerpo y manchas oscuras irregulares sobre la cabeza. El adulto pasa el invierno enterrado y recobra la actividad en primavera. Cada hembra deposita entre 300 y 400 huevos, que al eclosionar se alimentan de las hojas cercanas. Las solanáceas son los vegetales que más les gustan. Devoran las hojas hasta defoliar la planta. Los técnicos d'Agricultura intentarán ahora controlar también la plaga de Sant Llorenç, ya que parece difícil que puedan acabar totalmente con ella.