J.M.R./R.L.
La presidenta del Consell, Pilar Costa, mantuvo ayer una reunión« de rutina» con el presidente de la Comunitat Autònoma, Francesc Antich, en la que se trataron algunos de los asuntos que se verán en el próximo consell de govern, que se celebrará el viernes en Formentera. Según explicó Costa, el tema principal fue la aportación económica del Govern en los consorcios de la menor de las Pitiüses y en el de Eivissa Patrimoni de la Humanitat. Al primero destinará casi 1.000 millones de pesetas, la tercera parte del total, mientras que al segundo el 70 por ciento de los 3.500 millones presupuestados.

Antich y Costa también tuvieron tiempo para departir sobre el modelo, territorial y, especialmente, sobre las últimas normativas aplicadas por el Govern para frenar la vorágine urbanizadora. «Existe una total sintonía con el Govern en cuanto al modelo territorial», subrayó la presidenta del Consell, que alabó el sentido proteccionista de las moratorias decretadas hasta el momento y de la reciente reforma de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT).

Costa recordó que, precisamente, ese modelo fue el que motivó el cambio de gobierno, cuyo objetivo es «lograr un desarrollo sostenible, algo que implica tomar medidas, en algunos casos mediante moratorias, hasta la aprobación del Plan Territorial Insular».

Por otro lado, hizo alusión a los presupuestos del Consell: «Aún no tenemos listo el borrador y, por tanto, aún no tenemos el apoyo de todos los partidos. Cuando lo tengamos, buscaremos ese soporte para que las cuentas salgan adelante». Respecto a las declaraciones de Joan Buades en el sentido de que se entendería mejor con la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, que con la de las Pitiüses, Costa dijo: «Por suerte o por desgracia, Buades ha sido conseller por la circunscripción por la que se presentó, y es conmigo con quien ha de entenderse o desentenderse». Enmarcó estas críticas en «una persona que se ha situado fuera del Pacte y que ahora está en un grupo de la oposición».