L. F A./ J. M. R. La empresa Polvorines Ibiza inició la pasada primavera los trámites para adaptar sus instalaciones a la ley de seguridad privada y al reglamento de explosivos. Situado en la finca denominada Can Dominguet (en Sant Jordi, detrás de Can Misses), el depósito de explosivos seguirá inactivo mientras no sea acondicionado, para lo cual se deberá demoler el polvorín existente (obsoleto), construir una nueva planta y habilitar un nuevo sistema de seguridad.

Pero la tramitación para obtener la licencia ha sufrido recientemente un giro inesperado: el Ayuntamiento de Sant Josep ya no cree necesario que la Comisión Insular de Urbanismo (CIU) otorgue la declaración de interés general al polvorín. Este cambio de parecer tiene su origen en la Comisión de Gobierno celebrada el pasado dos de agosto, cuando sus integrantes decidieron pedir al Consell que devolviera el expediente. Si un mes y medio antes (el 20 de junio) enviaban la documentación a la institución insular para obtener el interés general, debido, entre otras cosas, a que la instalación se encuentra en un ANEI (Àrea Natural de Especial Interés), en agosto, y a «instancias» de Polvorines Ibiza, el Ayuntamiento «volvía a examinar íntegramente el proyecto».

Tras esa revisión el arquitecto técnico cambiaba de opinión: al tratarse de una actividad ya existente y que cuenta con autorización «no procede el interés general», señaló. Con esa justificación, el Consistorio remitió el 21 de agosto al Consell la petición de devolución del expediente para que siguiera tramitándose en Sant Josep. Sólo volvería a la institución insular para pasar por la Comisión de Actividades Clasificadas. Ahora, los servicios jurídicos del Consell estudian si ese cambio que propone el Ayuntamiento es posible, además de extraño.