Tras soportar un fin de agosto con elevadas temperaturas e índices de humedad ambiental que alcanzaban más del 90 por ciento, septiembre llega con un anuncio esperanzador por parte del Instituto Nacional de Meteorología: temperaturas en ligero descenso. Y no es que Eivissa quiera pasar del trópico al polo pero los comentarios en la calle dejan claro que se precisaba poder dormir sin deshidratarse cada noche. Por el momento las máximas han caído cinco grados en dos días.

Las temperaturas más altas oscilan entre los 28 de ayer y los 29 grados de hoy, que, aunque continúan siendo elevadas, son sensiblemente inferiores a los asfixiantes 33'4 grados del viernes y los 33'9 grados del jueves pasado. La sensación física que han generado las temperaturas de agosto es siempre superior a las que marcan los termómetros. Parte de culpa la tiene la humedad ambiental que crece conforme avanza el día y la falta de vientos frescos, ya que los últimos días del mes de agosto se han caracterizado por el ambiente bochornoso y plomizo.

En septiembre, sin embargo, Meteorología prevé vientos flojos que pasarán de ser del norte al nordeste, brisas, un descenso moderado de temperaturas e incluso intervalos nubosos que podrían materializarse en chubascos débiles y tormentosos en algún momento puntual.La situación puede cambiar la próxima semana con un nuevo aumento de temperaturas aunque moderado. A estas alturas es muy difícil prever cómo va a transcurrir el otoño ya que todas las previsiones que superen los cinco días carecen de fiabilidad, según Meteorología.