Emocionada por haber sido elegida para leer el pregón de esta fiesta de convivencia», Cristina Almeida abrió de manera oficial los actos de la XIV edición de la Feria Andaluza de Eivissa que definió como «un acto de convivencia y pluralidad entre culturas». Almeida, que a lo largo de su extenso discurso pronunció su deseo de que «todo el público disfrute de la fiesta» remató su intervención pidiendo a los presentes «un esfuerzo por la comprensión y el respeto hacia los demás» y se despidió con un adiós en varios idiomas, incluido el ruso.

Previamente al momento del pregón toda la comitiva de autoridades, encabezada por la senadora, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés y la presidenta de la Casa Cultural Andaluza, Teresa Castro, realizaron un recorrido por todas las casetas instaladas en un recinto ferial transformado en un pequeño rincón andaluz repleto de farolillos y sabores y olores del sur de la península.

Entre el nutrido grupo de autoridades políticas el toque de color lo dio la vocal de la Casa Cultural Andaluza Isabel Ortiz, que fue la única que lució traje de volantes en la noche de estreno de la presente edición de la fiesta de la comunidad andaluza en las Pitiüses: «Me gusta mucho vestirme con el traje a pesar de que en los últimos años la gente ya no se anima tanto a ponérselo. A pesar de que la cosa se ha enfriado mucho a mí me gusta vestirme de gala y además hoy (por ayer) es mi cumpleaños y tengo que celebrarlo», explicó.

La Feria Andaluza volvió a reunir en su inauguración a la flor y nata de la clase política de la isla. Los distintos colores se unieron e intercambiaron impresiones y saludos en una noche en la que además de los actos protocolarios el interior del recinto ferial acogió las actuaciones de la Colla de sa Bodega, el Ballet de la Casa Cultural Andaluza, la bailarinas Nieves Portas y Rocío Osuna y la orquesta Maracaibo hasta altas horas de la madrugada.