Aunque el público todavía no estaba preparado, la MTV (Music Television) cumplió con el horario que tenía marcado y a las siete de la tarde el dj César del Río comenzaba a mezclar en la sala principal de la discoteca Privilege. Se ponía así fin a un intensísimo verano en el que la cadena musical de ámbito planetario se encontró muchísimas trabas para poder llevar a cabo el evento que verán 342 millones de personas y que comenzó con la negativa del Ayuntamiento de Sant Antoni de no permitir que hiciera en sa Pedrera, como el año anterior, ni en el hipódromo de Sant Rafel.
La MTV celebra su fiesta más complicada
La cadena musical graba en Privilege su tercer concierto ibicenco
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