El municipio de Sant Antoni se está viendo afectado esta temporada por el descenso del turismo alemán, puesto que según ponen de manifiesto desde la patronal hotelera de esta localidad, el mercado inglés está funcionando igual de bien que en los últimos años y los huecos que haya podido dejar se han cubierto con españoles e italianos. Sant Antoni es en estos momentos la única zona de la isla donde las cifras de ocupación hotelera están por debajo de las del año 2000.

Ese descenso, cifrado por la Conselleria de Turisme en un 9'66 por ciento, se debe sobre todo al irregular momento que atraviesa el mercado germano, opinó ayer el presidente de la Asociación Hotelera de Sant Antoni, Gabino Canales, que representa a los establecimientos turísticos de la zona de la bahía. Canales confirmó que los alemanes «tienen un peso importante en Sant Antoni» y reconoció que los establecimientos que dependen de esta nacionalidad no cosecharán tan buenos resultados como los que funcionan con ingleses, como es el caso de los hoteles de Cala Gració.

Canales cree que de cara a próximas temporadas sería bueno «buscar alternativas en otros mercados con mucho volumen». El presidente de Fomento del Turismo comentó recientemente que a Eivissa llegaban anualmente cifras significativas de turistas americanos y Canales también lo ha detectado. Por ello, el presidente de los hoteleros de Sant Antoni mantiene que sería una buena idea apostar por este mercado o por otros que tienen capacidad para crecer en los próximos años, como es el caso del ruso y de los países centroeuropeos. «Y también creo que hay que intentar recuperar el mercado nórdico, que fue muy importante», añadió.