Unas trescientas personas correspondientes a varias generaciones se reunieron en la tarde de ayer junto a la font de Balàfia para participar en la festa pagesa organizada para homenajear, un día más, al patrón de la localidad, San Lorenzo. A pesar de que el acto estaba previsto que comenzara a las siete finalmente lo hizo cerca de las ocho, cuando los miembros de las diferentes collas de toda la isla llegaron al lugar.

Un escenario improvisado compuesto por dos luces que centraban la atención de los presentes en los miembros de las collas sirvió para que la fiesta se convirtiera en popular. Ni los componentes de los grupos folklóricos ni los asistentes lucieron los trajes típicos, lo que propició que por momentos no se distinguiera quién era de la colla y quién no. Mientras tanto, algunos miembros de la comisión de fiestas atendían en una pequeña barra sirviendo cocas, pizzas y refrescos.

En el alto ubicado sobre la fuente los más pequeños se dedicaron a competir en actividades lúdicas, como carreras de sacos, la cuchara o con los globos que allí dispuso el área de juventud del Ayuntamiento de Sant Josep. La concejal Rosa Colomar actuó de moderadora entre los niños, quienes disfrutaron con el pretexto que allí les unía: el patrón de la localidad. Cuando la oscuridad se consolidó en el cielo, los ánimos fueron aplacándose. Y es que llegaba la hora de cenar y de salir por ahí los más jóvenes. Una fiesta que sirvió para que los vecinos coincidieran unidos por el folklore.